ONG local AEVS

23 y 24 de julio: Visitas en la provincia de Sissili

Llegamos al pueblo de Boura (Departamento con el mismo nombre) para iniciar el encuentro con las comunidades rurales.

 

Para mí TODO es nuevo. ¿Cómo irán las reuniones?, me pregunto. Así en esta primera fase del viaje, seguramente tengo muchas novedades que contar…

 

Hubert me comenta que prefiere no avisar previamente de nuestra “visita” a la zona por varias causas:

- es época de lluvias, todos están en los campos de cultivo trabajando con jornadas larguísimas y muy ocupados.

- no se puede acertar en la hora de llegada con viajes largos y estación de lluvias,  y si sale algún imprevisto, no quiere que la población esté esperando en esta época de alta necesidad de actividad en el campo.

- las comunidades nos querrían ofrecer celebraciones de bienvenida, prepararnos comida para compartir, etc. y ello alargaría la estancia sin poder cumplir con las visitas previstas.

 

Al llegar nos recibe el colaborador de la ONG en la zona, Bouba Ouédraogo. Él sí está avisado. Nos espera junto a su moto, y nos guiará a los diferentes poblados, no ya por carretera sino por una especie de caminos si pueden llegar a serlo, entre la sabana arbolada y las casas. Él conoce a la perfección qué ruta tomar en el día de hoy para evitar los caminos inundados inaccesibles incluso a los vehículos 4x4. Situación que cambia cada día según las precipitaciones.

 

¡¡A mí me es imposible poder orientarme en este “laberinto”!! Es una sensación parecida a si estuviera dentro de una selva frondosa sin saber dónde está el Norte y Sur, en la hora del mediodía solar, mas en un paisaje totalmente diferente: la sabana arbolada salpicada de aldeas y campos de cultivos con sus trabajadores. Todo llano, no hay montañas de referencia geográfica…

 

Pienso continuamente: QUÉ DIFERENTE DEBE SER TODO ESTO EN LA ÉPOCA DE LA ESTACIÓN SECA, sin lagunas de agua, con caminatas largas para llegar a otro “forage” vecino y disponer de agua, las largas colas para poder llenar los bidones,  paisaje amarillo con escasa vegetación, rondando los 50 grados centígrados, etc. Me repiten una y otra vez: "si vinieras en la estación sin lluvias, todo lo que ves verde ahora, estaría seco".

 

Quiero reiterar que las visitas que realizo están relacionadas con el abastecimiento de agua potable para las comunidades, bien escaso en Burkina Faso, y más escaso aún en su calidad de potabilidad, repercutiendo en numerosas enfermedades asociadas a la ingesta de agua no potable.

 

Cuando tenemos la oportunidad, antes de comenzar la reunión vamos a saludar al “chef du village”, una forma respetuosa de pedir su autorización para trabajar en su comunidad. Suelen ser los más ancianos, los sabios como les llaman y como lo que son, y son muy honrados por todos. En el cuestionario también tocamos este tema, de cómo se organizan, y él junto con sus consejeros son los que tratarán y decidirán cómo actuar en las situaciones que vayan surgiendo de la comunidad. Para mí es un honor poder saludarlos, compartir aunque sean pocos momentos, con ellos. Sabiduría ancestral africana… Ojalá no se pierda esta tradición burkinesa y las autoridades tradicionales continúen formando parte importante de su sociedad...

 

Por lo general, tras el inicio de presentación de Hubert  en nombre de “Aigua per al Sahel" y de sus objetivos en el lugar, comienza a hablar el más anciano, que me da la bienvenida en nombre de toda la comunidad y me da las gracias por haber llegado hasta su aldea.  Se me quedan estas palabras que me dirigen desde su perspectiva, dede su corazón: “tú que has atravesado países y montañas desde tu localidad, que has llegado hasta aquí para escuchar nuestras peticiones, que te expones a peligros y que has sido valiente, te estamos muy agradecidos por el simple hecho de estar aquí con nosotros”. Agradezco sus palabras, intentando explicarles la gratificación que siento de estar allí compartiendo estos momentos con ellos, y continúo con una breve intervención de presentación.  Comenzamos con el cuestionario.

 

Visitamos en esta región las comunidades de BafawaLoum, el Sector 3 de BouraHamdalayeBassawa y la escuela de Boura para reparar "forages" de los años 90, y una nueva petición de la escuela de Loum, que no tiene agua potable.

 

Observo en estas reuniones cómo el trabajo del AEVS se basa en el respeto y el acompañamiento a la comunidad, con una visión participativa y que sean los propios beneficiados los que se organicen para cuidar su "forage”. Para ello se  establece un Comité  formado por 6 personas en igualdad de género, o sea que suelen llevarlo 3 hombres y 3 mujeres:   1 presidente como responsable de coordinar las actividades relacionadas con el buen funcionamiento del  "forage”,  1 secretario,  1 tesorero y 1 tesorero adjunto para llevar las cuentas y recaudar el dinero, 1 Responsables del mantenimiento técnico y 1 Responsable de mantenimiento de limpieza. La cuota que pagan los aldeanos suele ser anual, guardada en la Caja Popular por si se necesita utilizar para las reparaciones de la bomba. Además se les realiza una pequeña formación para reparar las pequeñas averías en caso de que se estropee.

 

Cuando las averías son más importantes ya ha de repararlas un técnico especializado. En esta región tienen la suerte de que el AEVS ha podido financiar al mismo Bouba, el representante de la zona, a un curso especializado en la capital. Lo eligieron por ser ya técnico de reparador de motos, entendido en mecánica de motores.

 

Las visitas de estos 2 días se realizan con normalidad, con algunos momentos de cansancio y calor, superados con la ingesta de bananas y bebiendo agua. Y es que me olvido!! A tomar más agua.

 

Hubert Crepin, responsable del AEVS, junto a miembros de la comunidad de Bassawa


25 de julio: Partimos hacia  el Noroeste de la capital. Trabajaremos a lo largo de 2 días en la provincia de Boulkiemdé (Departamento de Nanoro) y en la provincia de Passore (Departamento de Arbollé), que son las otras 2 áreas de intervención del AEVS.

 

Llegamos a la comunidad de Kiou donde nos espera el representante de l’AEVS en la zona, Paul KONDOMBO.

 

Nos dirigimos al lugar de la reunión, junto a la escuela, y como otras veces, van apareciendo los aldeanos que vienen de los campos.

 

Kiou es uno de los casos donde han hecho petición de un nuevo “forage”  para la aldea y otro para la escuela. Aquí cerca no observo zonas de agua embalsada que se forman en la estación de lluvias. Esta área geográfica es más dura,  más seca. Me explican que los niños cuando llegan a la escuela dejan sus recipientes que traen con agua para beber durante la jornada, encima de los árboles, para que los animales no se la beban.

 

Nos  disponemos en la sombra más grande, bajo un gran árbol, y nos sentamos en las sillas  que han colocado para nosotros. Comienza la primera reunión del día con normalidad.

 

Al acabar Paul nos comunica que las lluvias han dejado inaccesible a automóviles el camino para llegar a algunas aldeas, entre ellas la siguiente que hemos de visitar, la de Kihoukodogo. -¿Se puede llegar a pie? -Les pregunto. Es muy lejos para ir caminado, dicen. Lo que deciden finalmente es que van a buscar otra moto y nos trasladaremos con este medio. ¡Ayy! El aire en la cara de la sabana arbolada, atravesándola entre aldeas, campos de cultivo y sus gentes, ¡para mí es una delicia! -¡Agárrate bien que cruzamos un recién formado riachuelo! -Pienso..

 

 

En el camino de vuelta paran para abastecerse de agua en un pozo tradicional. Yo ni probarla por si acaso. Mientras aprovecho para saludar a unas aldeanas que están en los campos. ¡Me impresionan de nuevo sus espaldas tan flexibles! Acabamos haciendo bromas. Quieren que me una a ellas a cavar...

Hemos llegado perfectamente, y las siguientes visitas se desarrollan con normalidad, en Seguedin y la escuela del mismo poblado, con un “forage” inhabilitado.

La lluvia llega al partir, estamos de suerte. Hemos podido concluir el trabajo.

 


27 de julio: partimos a las 6.30. Las lluvias de días precedentes han alargado mucho las jornadas y es mejor avanzar la hora de salida para tener tiempo en realizar todas las visitas, pues es impredecible cuando lloverá de nuevo...

 

Hoy también nos dirigimos al Noroeste de la capital, y llegamos a Gonsin donde nos espera el representante de l’AEVS en el Departamento  de Arbollé, Réné KIENTEGA.

 

Mientras van llegando, visitamos rápidamente una de las casas. Los bidones amarillos de plástico tan característicos en el país están repartidos por todo el patio de la casa, así como los grandes recipientes de barro. Símbolo de la necesidad de almacenar agua.  Continúa la dureza de la zona. Las ancianas salen de sus casas con los más pequeños para acercarse a la reunión. El resto de la población va llegando de los campos de cultivo.

 

Nos  ubicamos de nuevo en la sombra más grande, bajo un gran árbol. Comienza la primera reunión del día. Y continuamos con las visitas durante la jornada, en las comunidades de Longhin, Sankoutougo y la escuela de Nab-Poutenga

 

En estas dos zonas de intervención el AEVS no han conseguido presupuesto para formar a un técnico especialista en repararación de “forages”,  como se formó  Bouba en Sissili. Si se estropea la bomba de agua han de ir a buscar a uno de la región.

 

Como curiosidad, en las visitas que ya se han enterado de nuestra llegada a la zona, “limpian” el recinto del pozo antes de la reunión, barriendo el suelo de cemento y abrevadero de los animales,  que al no funcionar la bomba,  lleva meses de abandono. Quieren presentar su "bien preciado" en las mejores condiciones posibles.

 

Las reuniones de estos días me han permitido escuchar de las voces de los aldeanos, sus preocupaciones, sus dificultades agravadas en los meses sin lluvias, sus esperanzas, su modo de vida y de organizarse. Me ha permitido ver algo de todo esto en su entorno, en la dureza de sus caras, en sus expresiones,  y en las despedidas  he disfrutado de sus sonrisas y apretones de manos.Todos están afectados por la falta de agua potable, ya sea por las bombas estropeadas desde hace meses como por no disponer en su comunidad pozos de ningún tipo. A la vez soy consciente de que no se podrá financiar tantas demandas como recibimos, quizás, a lo mejor,  en un futuro lejano, y eso me apena.

  

Al fondo, el técnico Bouba Ouedraogo junto a miembros de la comunidad de Loum, en el pozo a rehabilitar

 

Es hora de regresar. Llega una fuerte tempestad de lluvia con viento mientras atravesamos la sabana arbolada. La suerte es que la lluvia no nos ha perjudicado ningún día en las horas de trabajo de las comunidades, ha precipitado en los trayectos. Aún queda bastante recorrido para llegar a la capital. Va anocheciendo, y el evitar circular de noche va a ser imposible. Aquí se intenta ello para no topar con posibles “bandidos” que te asaltan en la carretera y te desvalijan. Ponen piedras y ramas enormes de árboles atravesando la carretera y no hay quien pase.

 

Es la primera vez en estos día que se me encoje el corazón!, las gotas estrepitosas caen con fuerza, la oscuridad llega, y con ese viento tan fuerte levanta agua por todos lados. Hubert es muy prudente y circula bien despacio, con gran concentración.  No hablamos, solo miramos con atención lo que puede llamarse carretera con la noche ya encima.

 

¿No parece un contrasentido? Visitando comunidades con peticiones para abastecimiento de agua, y recibiendo lluvia a mares en estos días. Así de dura es la irregularidad climática en estas regiones. Luego llegará el periodo de sequía más profundo…

 

Hoy acabo mi trabajo con la ONG AEVS: 11 rehabilitaciones de “forage” y 5 demandas, entre ellas 3 escuelas.

He podido  comprobar cómo el AEVS aplica su filosofía a la realidad: trabajan con una idea participativa, consensuada, de autopromoción de los habitantes locales, desde el respeto y el acompañamiento para que se apropien del proyecto y asegurar una sostenibilidad en el tiempo. Con equidad de género. Consideran que es necesaria la apropiación por parte de la población, e imprescindible para que haya resultados.  Esto me resuena tanto a lo que debería ser la "correcta cooperación"!! Aquí en la práctica. En los proyectos se firma un acuerdo entre las dos partes, donde se describen los compromisos y lo que se debe cumplir.

 

Durante los viajes he hecho muchas preguntas acerca de cómo trabajan, (recordar que aún no han trabajado en proyectos con “Aigua per al Sahel”), pues no he podido visitar su sede y conocer más a fondo la ONG por nuestro regreso de los poblados a la capital a primeras horas de la noche, trayectos alargados por fuertes tempestades de lluvia. Ante esta carencia el Coordinador General me preparará un dosier de documentos de la Asociación antes de mi partida a Barcelona para entregar a Montse (año de constitución, reconocimiento de ONG por el Estado, actuaciones en los últimos años, filosofía de la organización, títulos de formación, etc.).