MI VIVENCIA EN BURKINA FASO

SEGUIMIENTO DE PROYECTOS 2015 DE "AIGUA PER AL SAHEL"  Y MÁS


¿Y PORQUÉ A BURKINA FASO?

Todo comenzó con una llamada telefónica en junio de 2015 a la presidenta de la ONG ”Aigua per al Sahel" Montse Vallmitjana -a la cual conocía desde hacía algunos años-, por si sabía algo sobre una organización burkinesa con la cual no conseguía establecer de nuevo contacto y con la quería ir a hacer prácticas de cooperación en el ámbito de la soberanía alimentaria. 

 

Estaba finalizando el Master de Cooperación,  Desarrollo y Globalización” de Món-3, y me interesaba muchísimo hacer prácticas en un país del "Sur". En el verano anterior mi anhelo, a pesar de la energía y ganas que puse en ello,  no se convirtió en una realidad...


“Aigua pel Sahel”, ONG fundada el año 1991, sin personal remunerado ni gastos de infraestructura administrativa, destina prácticamente el 100% de los fondos recogidos a la cooperación con Burkina Faso.

 

Financian a cooperativas y asociaciones rurales, protagonistas de los diversos proyectos hidráulicos elaborados por las propias asociaciones. Llevan más de 20 años construyendo pozos de agua en Burkina Faso (principalmente los llamados “forages”, perforaciones que llegan a la capa freática y con bomba de extracción). Trabaja con las ONGs locales como intermediarias, las cuales conocen las necesidades de la población, el territorio, algunas de las diferentes lenguas que se hablan en el país, etc. y pueden hacer de enlace con los beneficiarios, que son sobre todo de las zonas rurales y más necesitadas. En cuanto a Catalunya, organizan diversas actividades para sensibilizar a las personas sobre la realidad de la vida cotidiana en los pueblos del Sahel. http://aiguaperalsahel.org/


Día 21 DE JULIO ¡HACIA BURKINA FASO!

Ayyy!!!, qué nervios! Hoy comienza mi "mission" como dicen en francés, gracias a la ONG ”Aigua per al Sahel" y a su presidenta Montse Vallmitjana. Estoy muy agradecida por darme la posibilidad de cumplir mi sueño -fallido el verano anterior de 2014-, así como por la buena organización, pues viajando sola desde aquí, dispongo de todos los contactos de las personas en Burkina Faso que me acompañarán en mi estancia.

 

La misión principal es realizar el seguimiento de los proyectos de la organización, así como visitar a las comunidades con nuevas peticiones de “forages” y a las de demandas de rehabilitación de los que ya no funcionan, realizados y financiados por otras organizaciones en los años 90. Para ello haré entrevistas y reuniones en y con las comunidades beneficiadas o afectadas, trabajando junto con los homólogos en Burkina Faso (ONGs AEVS, APS, CEC Espoir, Cat Sya y “Groupement de Femmes - Kera”, por este orden cronológico).  

 

Todo ello está relacionado con el abastecimiento de agua potable para las comunidades, problema de gran magnitud en el país, repercutiendo en numerosas enfermedades asociadas a la ingesta de agua contaminada/falta de higiene y afectando gravemente a la mortalidad infantil. Como país perteneciente a la región geográfica del Sahel, existe un déficit de agua enorme, la distribución de lluvias es irregular, con un período largo de estación seca (8 meses) y otro de lluvias (de junio a septiembre aproximadamente, pero en los últimos años con el cambio climático están sufriendo el retraso de la llegada de las precipitaciones). Así creo que la intervención de ”Aigua per al Sahel" en esta área geográfica es de vital importancia.

 

Por otra parte, previamente quise alargar mi estancia visitando otras formas de cooperación, y gracias a los contactos que Montse tiene de más de 20 años de intervención en el país, ¡mi agenda se ha ido llenando de visitas muy interesantes!

 

Así que ya estoy preparada para que me recoja Maria Rosa Obiols, la vice-presidenta de la organización, que muy amablemente se ha ofrecido a acompañarme al aeropuerto. ¡Qué bien! Pues  además voy muy cargada, no por mi equipaje personal que apenas ocupa una maleta pequeña compartida con cajas de lápices de colores, de ceras, etc., sino porque cada vez que alguien de la ONG viaja hacia allí, se intenta llevar el máximo peso permitido con ropa y demás, recolectada previamente entre conocidos. Se destinará para los beneficiarios de allí (comunidades rurales donde trabaja la organización). 2 maletas facturadas y 2 grandes mochilas en mano. Aún queda una bolsa con accesorios que donó una tienda de Barcelona, y una mujer de la cola para facturar, al oírnos hablar de cómo podría pasar el control con tanto bulto en mano, me ofrece ser “porteadora” hasta Casablanca. Bien!! Accedo, allí ya me espabilaré.

 

El vuelo con la compañía Royal Air Marroc es a las 19:10, con escala en Casablanca. Me despido de Maria Rosa bien agradecida por su compañía. Ya en el avión, ¡AYY! Mi mochila/maleta con ruedas no entra en el compartimento! pues se ha estropeado el asa metálica y no baja. Al final me lo soluciona el ayudante de vuelo marroquí, distribuyendo otros bultos.

 

¡Qué emoción! En ruta... Ya la diversidad cultural en el avión me encanta, algunos africanos con sus túnicas elegantes y mujeres con sus pañuelos coloridos en la cabeza y trajes tradicionales, la mayoría de África Subsahariana, mezclada con otra minoría marroquí y escasa población europea.


Dia 22 DE JULIO ¡¡LLEGADA A BURKINA!!

Después de hacer más de 3 horas de escala en Casablanca, con casi una hora de retraso, ya que hacen bajar a los primeros pasajeros a bordo para cambiar de avión, temas técnicos, ¡buf! (mejor prevenir), salimos a media noche y llego a  Ouagadougou , capital de Burkina Faso, a las 2.15 de la madrugada. En Barcelona son las 4.15; hay una diferencia horaria de solo 2 horas.

 

La sensación de pisar de nuevo un país de África subsahariana, me encanta. Como por arte de magia, con el primer pie que toco "tierra" tras bajar las escaleras del avión, se desvanecen mis inseguridades (de un país nuevo para mí, de incertidumbres de cómo irá, sin conocer a los socios locales con las que trabajaré, situación política del país, etc...) y curiosamente me siento como "en casa". Y eso que no encuentro a Keivin (de la organización APS), que me que venía a recoger.

 

Tras una serie de formalidades: policía, papeleos, huella digital y foto, recoger maletas facturadas,… salgo afuera del pequeño aeropuerto. Al edificio no pueden acceder los que no viajan. A fuera apenas hay luz. Veo una valla y detrás de ella todo de caras oscuras. ¿Dónde estará Keivin? A mí es fácil reconocerme, pues solo hemos llegado una francesa cooperante y yo de entre todos los africanos. Al final pido a un burkinés con móvil en mano si me hace el favor de hacer una llamada por mí. Keivin, su mujer Mariam y su hijo Uriel están al final de esa valla, no me habían reconocido. BIEN, nos encontramos!!! 


23 al 29 DE JULIO. Primera etapa: seguimiento de proyectos y nuevas demandas de “forages” desde Ouaga

 

Estos días el campamento base es en la capital, Ouagadougou. Desde aquí me  desplazo con los homólogos de ONGs burkinesas -los cuales gestionan los proyectos en las comunidades rurales-  a lo largo de un día y regresamos si la distancia nos lo permite.

 

Estoy contenta de salir de la ciudad y llegar al mundo rural, es lo que me apasiona. Las comunidades rurales son las que tienen unas condiciones de vida más duras, una mayor dificultad en acceder al agua potable y por tanto un alto índice de enfermedades asociadas a este hecho. El poder intervenir la ONG  "Aigua per al Sahel" en estas áreas, pienso que es de vital importancia. Siento que es una gran oportunidad poder llegar a estos lugares alejados de las grandes rutas con los socios locales, que de otro modo, no podría conocerlos..

 

En las visitas realizo entrevistas con cuestionarios reuniéndome con las personas de la aldea, a poder ser con todos sus representantes (“chef du village”, hombres, mujeres y niños). Esto nos ayuda a conocer  las necesidades de esa población en concreto, sus dificultades en disponer de agua potable, las enfermedades sobre sobre todo las relacionadas con la ingesta de agua no potable, sus mejores condiciones de vida y de salud en caso de que se haya construido ya un “forage”, su organización social, modo de vida y actividades económicas a las cuales se dedican, impacto y sostenibilidad del proyecto, etc. Los representantes de las ONGs que me acompañan me traducen al francés las intervenciones de los aldeanos, así como a la inversa,  mis preguntas a ellos.

 

Me encuentro 3 tipos de situaciones:

1- “Forages” que se han de rehabilitar, realizados y financiados por otras organizaciones en los años 90 como FER (Fonds de l'Equipement Rural). Ya las piezas están oxidadas, rotas, y no funcionan. En ellos ves cómo unos beneficios que habían repercutido en la población se han desvanecido, volviendo a las enfermedades asociadas al agua contaminada (intestinales y dermatológicas), desapareciendo los huertos de los alrededores del pozo que se nutrían de su agua, empeorando las condiciones de la mujer, en sus caminatas más largas hacia la búsqueda de otras fuentes de agua potable, y en conjunto empeorando las condiciones de vida e higiene de la población que lo utilizaba.

 

 

2 - “Forages”  acabados de hacer, con lo cual hago la primera visita de seguimiento para conocer cómo va, el impacto en la población beneficiada e indirecta, las mejoras en las condiciones de vida, etc. Los beneficios serían lo contrario a lo explicado anteriormente, es decir, desaparecen las enfermedades asociadas al consumo de agua no potable, mejoran las condiciones de las mujeres y demás porteadores de agua (niños y niñas), disponibilidad de más tiempo para realizar otras actividades que pueden ser productivas y generar fuentes de ingreso (comerciar con productos artesanos como elaboración de madalenas), mejora la higiene así como las relaciones familiares y sociales, etc.

 

 

3 - Peticiones de nuevos “forages”, o sea comunidades que no disponen de agua potable y solicitan uno. En cuanto a este tema, cabe decir que los colegios añaden beneficios a sus usuarios si disponen de agua potable: la mayor concentración intelectual de los alumnos y trabajadores de la escuela. Si un alumno no está aseado, el profesor no lo deja entrar en clase. Y si no tiene agua en su comunidad y ha de caminar muy lejos para asearse, llega tarde a las clases. Además el “forage” contribuye al comedor escolar, ya que suelen hacer un huerto.

 

- Además me encuentro con nuevas solicitudes, es decir, las que no estaban previstas en el plan de trabajo realizado en Barcelona, pero que surgen en el camino y a las cuales estamos abiertas y recogemos, en la medida de la disponibilidad de tiempo durante la jornada. ¡Y es que la noticia corre como la pólvora! Ha llegado a la zona el/la representante de la ONG de la capital y a la cual toda la población de alrededor conoce por intervenir en esa zona desde hace una veintena de años,  y el que puede lograr que se financie un pozo nuevo o se rehabilite, y se las apañan para hacernos llegar su petición. U otras comunidades que estaban previstas visitar pero que también solicitan un pozo para la escuela de su comunidad.

 


Las mujeres en las aldeas

He querido dar un espacio a las mujeres en las reuniones, que sean más participativas, ya que principalmente hablan las autoridades o representantes que suelen ser hombres y ellas quedan fuera de juego. Se ve incluso en cómo se distribuyen para la reunión: los hombres en sillas o bancos, las mujeres y niños en otro lado en segundo término, y generalmente aunque dependiendo de la disponibilidad de bancos, en el suelo. En alguna ocasión estaban a mis espaldas, y pedí que girasen y movieran la silla que me asignaban (no me pusieron ninguna objeción), y así quedaban dentro del "círculo".  Podíamos vernos todos.

 

Realmente cuando se les ofrece la oportunidad de intervenir, las mujeres explican sus problemas y difíciles condiciones de vida. También observo su espíritu emprendedor, pues no solo reiteran la petición de agua potable en su comunidad, sino el acceso a microcréditos para invertir en cría de ganado, etc. y poder comerciar localmente para generar ingresos en la familia. En varios poblados han tenido la experiencia anteriormente, pero lo han abandonado por tener que devolver al banco un alto porcentaje y en breve periodo de tiempo, difícil de cumplir, y por tanto no salir beneficiadas. Este mismo problema pasa en otros lugares del mundo, como en la India [1] donde las supuestas beneficiadas han llegado a perder incluso sus propiedades, sus vidas... Todo depende de qué parámetros se establecen. Si está llevado por Organizaciones No Gubernamentales sí se mejorarán las condiciones de vida de la población, como el caso de la Fundación Vicente Ferrer. 

 

Otra solicitud muy demandada es los molinos de grano. La subsistencia básica de la población rural son los cereales, y cada tarde son las mujeres las que se encargan de moler el grano manualmente, o se desplazan a poblados vecinos con molino, caminando, y en el mejor de los casos, en bicicleta. Las familias africanas son amplias, y puedan llegar a cocinar para unas 30 personas o más. Eso les lleva tiempo, que en la época de lluvias es exhausto para ellas debido a la jornada completa que pasan en el campo preparando los cultivos, además del tiempo que necesitan para ir a buscar agua, para lavar la ropa a mano donde puedan abastecerse de agua (nunca en la propia casa), para cuidar a los hijos, para... Por ello también demandan si es posible financiar un molino en su comunidad. Bien explicamos tanto la ONG local como yo que la prioridad son los “forages”, sin embargo tomo sus peticiones y las anoto, tanto por respeto a ellas como por posibles alternativas en un futuro… Quien sabe…

 

Me ha gustado mucho que en varias ocasiones el “chef du village”, la máxima autoridad tradicional de la comunidad, ha intervenido en las reuniones a favor de las mujeres, incidiendo en que son ellas las que sufren más por la falta de agua potable, por todo el trabajo que soportan encima: ir en la búsqueda de agua y cargarla, trabajar en los campos en época de lluvia, moler el grano, cocinar para familia extensa, etc.

 


¡En ruta a las comunidades!

Los primeros 4 días de trabajo son con la  organización AEVS (ASSOCIATION EAU VIE SAHEL). Meses antes su coordinador general Hubert Crepin, había contactado con Montse en Ouagadougou. Será la primera vez que se trabaja con ellos para el tema de los "forages", así que intento conocer más sobre la organización, cómo intervienen, su filosofía de actuación, etc.

 

23 de julio: a las 7 de la mañana Hubert me recoge y partimos hacia  el Sur para trabajar 2 días en la provincia de Sissili y Departamento de Boura, una de las 3 áreas de intervención del AEVS. Vamos a estar muy cerca de la frontera con Ghana.

  

Durante el camino que se alarga unas 4 horas, a más de 220 Km de la capital, todo me parece interesante: cómo se distribuyen y a qué se dedican los comercios a lo largo la carretera, cómo se desplazan los habitantes (desde bicicletas y carros hasta grandes camiones cargados hasta los topes de diversos productos), los paisajes, los asentamientos urbanos, tipología de construcción,… Y cómo cargan los medios de transporte hasta el máximo!!! Motos con vacas, con muebles, furgonetas a tope, carros llenas de chiquillos y alguna mujer junto con bidones de agua, etc.


23 y 24 de julio: Visitas con la ONG AEVS en la provincia de Sissili

 

Llegamos a la población de Boura (Departamento con el mismo nombre) para iniciar el encuentro con las comunidades rurales.

 

Para mí TODO es nuevo. ¿Cómo irán las reuniones?, me pregunto. Así en esta primera fase del viaje, seguramente tengo muchas novedades que contar…

 

Hubert me comenta que prefiere no avisar previamente de nuestra “visita” a la zona por varias causas:

- es época de lluvias, todos están en los campos de cultivo trabajando con jornadas larguísimas y muy ocupados.

- no se puede acertar en la hora de llegada con viajes largos y estación de lluvias,  y si sale algún imprevisto, no quiere que los miembros de las comunidades estén esperando en esta época de alta necesidad de actividad en el campo.

- las comunidades nos querrían ofrecer celebraciones de bienvenida, prepararnos comida para compartir, etc. y ello alargaría la estancia sin poder cumplir con las visitas previstas.

 

Al llegar nos recibe el colaborador de la ONG en la zona, Bouba Ouédraogo. Él sí está avisado. Nos espera junto a su moto, y nos guiará a los diferentes poblados, no ya por carretera sino por una especie de caminos si pueden llegar a serlo, entre la sabana arbolada y las casas. Él conoce a la perfección qué ruta tomar en el día de hoy para evitar los trayectos inundados inaccesibles incluso a los vehículos 4x4. Situación que cambia cada día según las precipitaciones.

 

¡¡A mí me es imposible poder orientarme en este “laberinto”!! Es una sensación parecida a si estuviera dentro de una selva frondosa sin saber dónde está el Norte y Sur, en la hora del mediodía solar, mas en un paisaje totalmente diferente: la sabana arbolada salpicada de aldeas y campos de cultivos con sus trabajadores. Todo llano, no hay montañas de referencia geográfica…

 

Pienso continuamente: QUÉ DIFERENTE DEBE SER TODO ESTO EN LA ÉPOCA DE LA ESTACIÓN SECA, sin lagunas de agua, con caminatas largas para llegar a otro “forage” vecino y disponer de agua, las largas colas para poder llenar los bidones,  paisaje amarillento con escasa vegetación, rondando los 50 grados centígrados, etc. Me repiten una y otra vez: "si vinieras en la estación sin lluvias, todo lo que ves verde ahora, estaría bien seco".

 

Quiero reiterar que las visitas que realizo están relacionadas con el abastecimiento de agua potable para las comunidades, bien escaso en Burkina Faso, y más escaso aún en su calidad de potabilidad, repercutiendo en numerosas enfermedades asociadas a la ingesta de agua no potable.

 

Cuando tenemos la oportunidad, antes de comenzar la reunión vamos a saludar al “chef du village”, una forma respetuosa de pedir su autorización para trabajar en su comunidad. Suelen ser los más ancianos, los sabios como les llaman y como lo que son, y son muy honrados por todos. En el cuestionario también tocamos este tema, de cómo se organizan, y él junto con sus consejeros son los que tratarán y decidirán cómo actuar en las situaciones que vayan surgiendo de la comunidad. Para mí es un honor poder saludarlos, compartir aunque sean pocos momentos, con ellos. Sabiduría ancestral africana… Ojalá no se pierda esta tradición burkinesa y las autoridades tradicionales continúen formando parte importante de su sociedad...

 

 

Por lo general, tras el inicio de presentación de Hubert  en nombre de “Aigua per al Sahel" y de sus objetivos en el lugar, comienza a hablar el más anciano, que me da la bienvenida en nombre de toda la comunidad y me da las gracias por haber llegado hasta su aldea.  Se me quedan estas palabras que me dirigen desde su perspectiva, dede su corazón: “tú que has atravesado países y montañas desde tu localidad, que has llegado hasta aquí para escuchar nuestras peticiones, que te expones a peligros y que has sido valiente, te estamos muy agradecidos por el simple hecho de estar aquí con nosotros”. Agradezco sus palabras, intentando explicarles la gratificación que siento de estar allí compartiendo estos momentos con ellos, y continúo con una breve intervención de presentación.  Comenzamos con el cuestionario.

 

Visitamos en esta región las comunidades de Bafawa, Loum, el Sector 3 de Boura, Hamdalaye, Bassawa y la escuela de Boura para reparar "forages" de los años 90, y una nueva petición de la escuela de Loum, que no tiene agua potable.

Observo en estas reuniones cómo el trabajo del AEVS se basa en el respeto y el acompañamiento a la comunidad, con una visión participativa y que sean los propios beneficiados los que se organicen para cuidar su "forage”. Para ello se  establece un Comité  formado por 6 personas en igualdad de género, o sea que suelen llevarlo 3 hombres y 3 mujeres:   1 presidente como responsable de coordinar las actividades relacionadas con el buen funcionamiento del  "forage”,  1 secretario,  1 tesorero y 1 tesorero adjunto para llevar las cuentas y recaudar el dinero, 1 Responsables del mantenimiento técnico y 1 Responsable de mantenimiento de limpieza. La cuota que pagan los aldeanos suele ser anual, guardada en la Caja Popular por si se necesita utilizar para las reparaciones de la bomba. Además se les realiza una pequeña formación para reparar las pequeñas averías en caso de que se estropee.

 

Cuando las averías son más importantes ya ha de repararlas un técnico especializado. En esta región tienen la suerte de que el AEVS ha podido financiar al mismo Bouba, el representante de la zona, a un curso especializado en la capital. Lo eligieron por ser ya técnico de reparador de motos, entendido en mecánica de motores.

 

Las visitas de estos 2 días se realizan con normalidad, con algunos momentos de cansancio y calor, superados con la ingesta de bananas y bebiendo agua. Y es que me olvido!! A tomar más agua.

 

Hubert Crepin, responsable del AEVS, junto a miembros de la comunidad de Bassawa


25 de julio: Partimos hacia  el Noroeste de la capital. Trabajaremos a lo largo de 2 días en la provincia de Boulkiemdé (Departamento de Nanoro) y en la provincia de Passore (Departamento de Arbollé), que son las otras 2 áreas de intervención del AEVS.

 

Llegamos a la comunidad de Kiou donde nos espera el representante de l’AEVS en la zona, Paul KONDOMBO.

 

Nos dirigimos al lugar de la reunión, junto a la escuela, y como otras veces, van apareciendo los aldeanos que vienen de los campos.

 

Kiou es uno de los casos donde han hecho petición de un nuevo “forage”  para la aldea y otro para la escuela. Aquí cerca no observo zonas de agua embalsada que se forman en la estación de lluvias. Esta área geográfica es más dura,  más seca. Me explican que los niños cuando llegan a la escuela dejan sus recipientes que traen con agua para beber durante la jornada, encima de los árboles, para que los animales no se la beban.

 

Nos  disponemos en la sombra más grande, bajo un gran árbol, y nos sentamos en las sillas  que han colocado para nosotros. Comienza la primera reunión del día con normalidad.

 

Al acabar Paul nos comunica que las lluvias han dejado inaccesible a automóviles el camino para llegar a algunas aldeas, entre ellas la siguiente que hemos de visitar, la de Kihoukodogo. -¿Se puede llegar a pie? -Les pregunto. Es muy lejos para ir caminado, dicen. Lo que deciden finalmente es que van a buscar otra moto y nos trasladaremos con este medio. ¡Ayy! El aire en la cara de la sabana arbolada, atravesándola entre aldeas, campos de cultivo y sus gentes, ¡para mí es una delicia! -¡Agárrate bien que cruzamos un recién formado riachuelo! -Pienso..

 

 

En el camino de vuelta paran para abastecerse de agua en un pozo tradicional. Yo ni probarla por si acaso. Mientras aprovecho para saludar a unas aldeanas que están en los campos. ¡Me impresionan de nuevo sus espaldas tan flexibles! Acabamos haciendo bromas. Quieren que me una a ellas a cavar...

Hemos llegado perfectamente, y las siguientes visitas se desarrollan con normalidad, en Seguedin y la escuela del mismo poblado, con un “forage” inhabilitado.

La lluvia llega al partir, estamos de suerte. Hemos podido concluir el trabajo.

 


27 de julio: partimos a las 6.30. Las lluvias de días precedentes han alargado mucho las jornadas y es mejor avanzar la hora de salida para tener tiempo en realizar todas las visitas, pues es impredecible cuando lloverá de nuevo...

 

Hoy también nos dirigimos al Noroeste de la capital, y llegamos a Gonsin donde nos espera el representante de l’AEVS en el Departamento  de Arbollé, Réné KIENTEGA.

 

Mientras van llegando, visitamos rápidamente una de las casas. Los bidones amarillos de plástico tan característicos en el país están repartidos por todo el patio de la casa, así como los grandes recipientes de barro. Símbolo de la necesidad de almacenar agua.  Continúa la dureza de la zona. Las ancianas salen de sus casas con los más pequeños para acercarse a la reunión. El resto de la población va llegando de los campos de cultivo.

 

 

Nos  ubicamos de nuevo en la sombra más grande, bajo un gran árbol. Comienza la primera reunión del día. Y continuamos con las visitas durante la jornada, en las comunidades de Longhin, Sankoutougo y la escuela de Nab-Poutenga

 

En estas dos zonas de intervención el AEVS no han conseguido presupuesto para formar a un técnico especialista en repararación de “forages”,  como se formó  Bouba en Sissili. Si se estropea la bomba de agua han de ir a buscar a uno de la región.

 

Como curiosidad, en las visitas que ya se han enterado de nuestra llegada a la zona, “limpian” el recinto del pozo antes de la reunión, barriendo el suelo de cemento y abrevadero de los animales,  que al no funcionar la bomba,  lleva meses de abandono. Quieren presentar su "bien preciado" en las mejores condiciones posibles.

 

Las reuniones de estos días me han permitido escuchar de las voces de los aldeanos, sus preocupaciones, sus dificultades agravadas en los meses sin lluvias, sus esperanzas, su modo de vida y de organizarse. Me ha posibilitado ver algo de todo esto en su entorno, en la dureza de sus caras, en sus expresiones, y en las despedidas he disfrutado de sus sonrisas,  gestos afectuosos y apretones de manos. Todos están afectados por la falta de agua potable, ya sea por las bombas estropeadas desde hace meses como por no disponer en su comunidad pozos de ningún tipo. A la vez soy consciente de que no se podrá financiar tantas demandas como recibimos, quizás, a lo mejor,  en un futuro lejano, y eso me apena.

  

Al fondo, el técnico Bouba Ouedraogo junto a miembros de la comunidad de Loum, en el pozo a rehabilitar

 

Es hora de regresar. Llega una fuerte tempestad de lluvia con viento mientras atravesamos la sabana arbolada. La suerte es que la lluvia no nos ha perjudicado ningún día en las horas de trabajo de las comunidades, ha precipitado en los trayectos. Aún queda bastante recorrido para llegar a la capital. Va anocheciendo, y el evitar circular de noche va a ser imposible. Aquí se intenta ello para no topar con posibles “bandidos” que te asaltan en la carretera y te desvalijan. Ponen piedras y ramas enormes de árboles atravesando la carretera y no hay quien pase.

 

Es la primera vez en estos día que se me encoje el corazón!, las gotas estrepitosas caen con fuerza, la oscuridad llega, y con ese viento tan fuerte levanta agua por todos lados. Hubert es muy prudente y circula bien despacio, con gran concentración.  No hablamos, solo miramos con atención lo que puede llamarse carretera con la noche ya encima.

 

¿No parece un contrasentido? Visitando comunidades con peticiones para abastecimiento de agua, y recibiendo lluvia a mares en estos días. Así de dura es la irregularidad climática en estas regiones. Luego llegará el periodo de sequía más profundo…

 

 

Hoy acabo mi trabajo con la ONG AEVS: 11 rehabilitaciones de “forage” y 5 demandas, entre ellas 3 escuelas.

He podido  comprobar cómo el AEVS aplica su filosofía a la realidad: trabajan con una idea participativa, consensuada, de autopromoción de los habitantes locales, desde el respeto y el acompañamiento para que se apropien del proyecto y asegurar una sostenibilidad en el tiempo. Con equidad de género. Consideran que es necesaria la apropiación por parte de la población, e imprescindible para que haya resultados.  Esto me resuena tanto a lo que debería ser la "correcta cooperación"!! Aquí en la práctica. En los proyectos se firma un acuerdo entre las dos partes, donde se describen los compromisos y lo que se debe cumplir.

 

Durante los viajes he hecho muchas preguntas acerca de cómo trabajan, (recordar que aún no han trabajado en proyectos con “Aigua per al Sahel”), pues no he podido visitar su sede y conocer más a fondo la ONG por nuestro regreso de los poblados a la capital a primeras horas de la noche, trayectos alargados por fuertes tempestades de lluvia. Ante esta carencia el Coordinador General me preparará un dosier de documentos de la Asociación antes de mi partida a Barcelona para entregar a Montse (año de constitución, reconocimiento de ONG por el Estado, actuaciones en los últimos años, filosofía de la organización, títulos de formación, etc.).

 


Visitas con la ONG APS: seguimiento de proyectos.

 

Los siguientes  2 días de trabajo son con la  organización APS (ASSOCIATION POUR LA PAIX ET LA SOLIDARITÉ).  Llevan una veintena de años como socios locales, así que no se necesita averiguar más sobre la organización como en el anterior caso. Son bien conocidos. Haré seguimiento de proyectos, o sea de 4 “forages” recién acabados, situación para la población beneficiada bien bien diferente:  ¡¡YA DISPONEN DE AGUA POTABLE!!

 

28 de julio: Debido a las fuertes e intensas lluvias, hace dos días que Mariam duda de si podremos llegar a las comunidades del Este. Está en contacto con el representante en la zona. Estamos barajando un cambio de calendario. Finalmente esta mañana han comunicado desde allí que sí podremos llegar. Partimos Mariam, su hijo Uriel y Elie hacia el Noreste de la capital, en las inmediaciones de Ziga. Keivin se quedará haciendo otras gestiones.

 

 

Al llegar a la zona nos espera el representante de la organización: nos conduce hacia la primera comunidad, Tibin. El agua ha inundado varios tramos del camino de tierra, y zas! Nos quedamos atascados en el barro. Normal en estas fechas del año. Por arte de magia sale gente de todos lados y se unen para ayudar a sacarlo del barrizal. Traen troncos, ramas, piedras... Luego seguimos una parte del camino descalzos, cruzando varios riachuelos que se han formado. 

 

 

¡Ay! ¡Qué diferencia con los días anteriores! Las comunidades de Tibin y Sabin que visito del plan previsto tienen “forages” recién construidos, y eso se nota en sus caras… La dureza que he visto en las comunidades anteriores ha cambiado. Las condiciones de vida han mejorado notablemente aun siendo época de lluvias, sobre todo en el descenso de las enfermedades gastrointestinales. Los impactos positivos  se harán más notables en la estación seca.

 

Quieren mostrarme ilusionados cómo funciona, y al acabar la reunión todos acuden al “forage”: accionan en turnos, entre risas y juego,  la palanca del sistema de bombeo de agua para llenar sus bidones. Como señal de respeto y de higiene, dejan sus chancletas fuera del recinto.

 

Las mujeres dan de beber a sus bebés que llevan en brazos con los recipientes de calabaza. La sonrisa se denota en sus rostros… ¡Es una gran alegría que contagia a todos los presentes! 

 

 

Antes de partir improvisan unas danzas con cantos para nosotros ¡qué maravilla!, y, a pesar de que no nos podemos entretener por todo el retraso que llevamos, las disfruto en esos escasos minutos.

Además, como de costumbre estos días, ha surgido una nueva petición de “forage” en otra comunidad que no estaba en el planning, la de Soubnkora. Hacemos la reunión también. Nos agradecen la escucha y nos ofrecen, como en otras comunidades, lo que creo yo que tiene más valor para ellos: parte de su alimentación: gallinas, pintadas y huevos. No puedo dejar de ver la otra parte: me pregunto cuánto les habrá costado criar a estas aves en estas duras condiciones y sabiendo que la mayor parte de la población rural burkinesa vive con menos de 1 dólar diario[1] … y que según informes de las Naciones Unidas es de los países con menor nivel de desarrollo humano[2], o sea, de los países más pobres del mundo[3].


 Con Marian Simpaore de la organización CEC Espoir, recibiendo el agradecimiento de la comunidad de Soubnkora

 

El regreso a la capital ha sido bien largo, rodeando caminos para evitar quedar atascados como a la ida. De nuevo con intensa lluvia, por suerte sin viento y con mejor visibilidad que el día anterior. Elie conduce muy prudentemente, todos ponemos atención en la carretera, y lo único que se oye aparte de los goterones que caen contra el geep, son las gallinas que han ofrecido los miembros de la comunidad, acompañándonos  el "KOKOKOK !  KOKOKOK" !

 


29 de julio: Esta mañana Keivin me avisa que antes de partir hacia el Sud Oeste como estaba previsto, pasaremos por su oficina para entrevistar a 4 miembros de la  comunidad de  Wamkango que se han desplazado en moto unos 60 Km hasta la capital para solicitar un “forage”.

 

Esto es corriente en la zona: cuando hay una necesidad importante desde las comunidades para contactar con las asociaciones burkinesas que operan en la zona y suelen conocer, se dirigen a las oficinas centrales. Y es que ¡conseguir un pozo en una cuestión de vital importancia para ellos! Han sabido que estamos haciendo el seguimiento de proyectos y ¡en marcha a la capital!

Es Uriel quien me hace de traductor, mientras Keivin organiza otras cuestiones en su sede. ¡Está muy ocupado con llamadas telefónicas!

Keivin Ouedraogo, responsable del APS, despide en la sede de la ONG a los miembros desplazados en moto 60 Km  desde su comunidad.

 

Partimos hacia las provincias de Baziega y Kadiogo, hoy más cerca de Ouagadougou, a tan solo unos 30 Km. ¡Eso se me hace muy corto después de las distancias de estos días!  

 

En la primera comunidad, la de Ipelce, atravesamos el últimos tramo a pie cruzando un río, observando la distribución de las especies de la sabana arbolada: acacia, neem, mango… La mayoría son espinosas para aguantar en la estación seca.

 

Mientras van llegando los miembros de la comunidad, vamos a visitar a una familia de la etnia peul contigua al pozo. Sus viviendas son diferentes, redondas y con hoja de palma, no de barro. Su hospitalidad se ve plasmada, nos muestran sus utensilios, el secado de plantas,  ofrecen sus frutos de karité recolectados. Se adornan con pendientes y collares muy característicos.

 

Ya de vuelta al recién construido “forage”, Iniciamos la reunión en los cuales se denotan los cambios de la población beneficiada.

 

Antes de partir bajan del árbol unos frutos para Keivin, y mientras converso con los niños y niñas. A partir de 6 años ya saben francés, pero los de la etnia peul apenas van a la escuela (se está realizando un trabajo de sensibilización para lograrlo, ellos vienen de una cultura nómada bien diferente) y es más difícil comunicarse mediante el idioma, aunque las señas y risas afloran... Les dejo ver mi pasaporte, se lo pasan de una mano a otra y  curiosean.

Es hora de irnos. La mayoría del grupo nos acompaña en el camino, conversando con las muchachas y niños,  y una vez cruzamos el riachuelo, nos despedimos.

 

Ya hacia Bazoulé, localidad conocida turísticamente por la laguna con cocodrilos, realizamos la última reunión en uno de sus barrios.  De nuevo una gran diferencia al tener agua potable disponible en todo momento junto a sus casas. Tan solo hace 2 semanas que se acabó de construir el pozo, así que será en la época seca cuando notarán aún más sus beneficios.

 

 

Hoy acabo mi trabajo con la ONG APS: 4 seguimientos de nuevos “forages” y 2 demandasEn estos 2 días de trabajo con la Asociación  veo como también se considera el tema de género así como la organización de comités para gestionar la organización y mantenimiento de los “forages”.

 

Los beneficios del acceso al agua potable que nos transmite la población local son principalmente la poca distancia a recorrer la mejora de la salud,  de higiene y el disponer de más tiempo que les permitirá realizar otras actividades. Desde febrero que se secan las lagunas formadas en la época lluviosa, hasta la llegada en julio de las lluvias, es cuando se va a notar aún más la mejora de calidad de vida de la localidad beneficiaria.

 

 

Por otra parte, me fascina que en una misma comunidad habiten y convivan etnias tan diferentes, y según me explican, no hay enfrentamientos entre ellos. Bajo la expresión "faire le fou pour ne pas devenir fou", transformando los encuentros entre diferentes etnias en juego para evitar tensiones. Los moosi son la mayoría: hablan la lengua moré. Las minorías que he encontrado son los Bwaba  (lengua Bwamou ), Dagara (Ddgara), Gurunsi  (Gurunsi), Peul (Fulfelde), Sissalá ( Sissalá), de entre ¡¡¡más de 60 etnias y lenguas en el país!!!! Los peul son los más diferentes, pues hasta hace algunos años fueron nómadas y les cuesta adaptarse a algunos aspectos del sedentarismo, como escolarizar a sus hijos.

 

La visita a la fábrica de manteca de karité en esta región no ha sido posible. Me interesaba mucho ver todo el proceso de un producto tan tradicional e importante  en esta región africana, pero al hacer la llamada del contacto que tenía, me contestan que es época de vacaciones y que está cerrada. En las salidas de estos días he visto cómo la secan al sol en los patios interiores de las casas.

 

Han sido unos días muy enriquecedores, intensos,  agotadores también, pero la novedad y la ilusión me dan fuerzas y energía para estar allí activa y bien presente. Me da la sensación de que  llevo muchísimo más de una semana en Burkina Faso!

 

 

Por la noche preparo algo de equipaje para ir hacia el Sur del país, mi segunda etapa del viaje.


Día 30 - de la capital a Bobo Diulaso

 

Antes de las 7 de la mañana Mariam me ha dejado en la estación del Este, ha comprobado previamente que todo esté en orden (billete, autobús). Tomo el autobús hacia Bobo Diulaso, al Sur de la capital. Atravesamos unos 400 Km, de unas 6 horas de duración, con una parada técnica que ¡casi me quedo a medio camino!

 

En el trayecto me he hecho amiga de una chica maliense, y cuando paramos en Boromo vamos a los baños públicos. Le dan arcadas; por suerte a mí no. Es curioso que vive en Europa y al volver a su continente de origen ya se ha desacostumbrado de esos olores.

 

 

Nos aguantamos las mochilas una a la otra, tardamos más de lo previsto, y al salir, ¡el autobús nos deja,  ya está en marcha! Nos intentábamos abrir paso entre la muchedumbre, que nos querían vender de todo tipo de alimentos locales (galletas de sésamo, cacahuetes, anacardos, madalenas artesanas, plátanos, mangos, mmmmm! me encanta todo!)  y nosotras solo fijábamos la mirada en el autobús, corriendo hacia él y haciendo señales de ALTO!!! No estábamos para otras historias. Realmente no llegué a saber si el conductor lo hacía expreso para que nos apresuráramos y meternos pánico en el cuerpo, y de paso reírse un poco de nosotras,  o se iba ya en serio sin ella y sin mí. Para y nos abren la puerta.

 

El revisor se dirige a la chica maliense y le dice: -“A ti te hubieran dejado, a la blanca no" ¿¿¿Es que acaso somos seres superiores los blancos??? Es injusta esta consideración. Por otro lado también me pregunto si antes de partir no comprueba ese "revisor" que los asientos estén de nuevo ocupados.

 


30 DE JULIO al 6 de AGOSTO. Segunda etapa.