Día 21 DE JULIO ¡HACIA BURKINA FASO!

Ayyy!!!, qué nervios! Hoy comienza mi "mission" como dicen en francés, gracias a la ONG ”Aigua per al Sahel" y a su presidenta Montse Vallmitjana. Estoy muy agradecida por darme la posibilidad de cumplir mi sueño -fallido el verano anterior de 2014-, así como por la buena organización, pues viajando sola desde aquí, dispongo de todos los contactos de las personas en Burkina Faso que me acompañarán en mi estancia.

 

La misión principal es realizar el seguimiento de los proyectos de la organización, así como visitar a las comunidades con nuevas peticiones de “forages” y a las de demandas de rehabilitación de los que ya no funcionan, realizados y financiados por otras organizaciones en los años 90. Para ello haré entrevistas y reuniones en y con las comunidades beneficiadas o afectadas, trabajando junto con los homólogos en Burkina Faso (ONGs AEVS, APS, CEC Espoir, Cat Sya y “Groupement de Femmes - Kera”, por este orden cronológico).  

 

Todo ello está relacionado con el abastecimiento de agua potable para las comunidades, problema de gran magnitud en el país, repercutiendo en numerosas enfermedades asociadas a la ingesta de agua contaminada/falta de higiene y afectando gravemente a la mortalidad infantil. Como país perteneciente a la región geográfica del Sahel, existe un déficit de agua enorme, la distribución de lluvias es irregular, con un período largo de estación seca (8 meses) y otro de lluvias (de junio a septiembre aproximadamente, pero en los últimos años con el cambio climático están sufriendo el retraso de la llegada de las precipitaciones). Así creo que la intervención de ”Aigua per al Sahel" en esta área geográfica es de vital importancia.

 

Por otra parte, previamente quise alargar mi estancia visitando otras formas de cooperación, y gracias a los contactos que Montse tiene de más de 20 años de intervención en el país, ¡mi agenda se ha ido llenando de visitas muy interesantes!

 

Así que ya estoy preparada para que me recoja Maria Rosa Obiols, la vice-presidenta de la organización, que muy amablemente se ha ofrecido a acompañarme al aeropuerto. ¡Qué bien! Pues  además voy muy cargada, no por mi equipaje personal que apenas ocupa una maleta pequeña compartida con cajas de lápices de colores, de ceras, etc., sino porque cada vez que alguien de la ONG viaja hacia allí, se intenta llevar el máximo peso permitido con ropa y demás, recolectada previamente entre conocidos. Se destinará para los beneficiarios de allí (comunidades rurales donde trabaja la organización). 2 maletas facturadas y 2 grandes mochilas en mano. Aún queda una bolsa con accesorios que donó una tienda de Barcelona, y una mujer de la cola para facturar, al oírnos hablar de cómo podría pasar el control con tanto bulto en mano, me ofrece ser “porteadora” hasta Casablanca. Bien!! Accedo, allí ya me espabilaré.

 

El vuelo con la compañía Royal Air Marroc es a las 19:10, con escala en Casablanca. Me despido de Maria Rosa bien agradecida por su compañía. Ya en el avión, ¡AYY! Mi mochila/maleta con ruedas no entra en el compartimento! pues se ha estropeado el asa metálica y no baja. Al final me lo soluciona el ayudante de vuelo marroquí, distribuyendo otros bultos.

 

¡Qué emoción! En ruta... Ya la diversidad cultural en el avión me encanta, algunos africanos con sus túnicas elegantes y mujeres con sus pañuelos coloridos en la cabeza y trajes tradicionales, la mayoría de África Subsahariana, mezclada con otra minoría marroquí y escasa población europea.